Bendición? Me dirían algunos que tienen años esperando esa respuesta….que cada vez es mas difícil de llevar tu carga y un sinnúmero de circunstancias que te golpean y te dejan sin aliento, pues te tengo noticias….aún así, esperar es de bendición y te invito a leer el Salmo 40:1, Pacientemente esperé a Jehová,  Y se inclinó a mí,  y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación,  del lodo cenagoso.” David, el autor de este salmo debió de estar en un momento muy difícil, que compara su situación con un pozo de desesperación y el un lodo cenagoso…pero más que darle énfasis a eso, vamos con lo que nos enseña la palabra:

Para que la espera tenga resultados debe ser: PACIENTEMENTE. Esta palabra en hebraísmo significa ¨espere, esperando¨,  es decir, la cualidad de resistir con firmeza, con confiada expectativa de un fin deseado…

¿Cómo esperar en Dios? ¡Yo también! Y sé que no hay una fórmula “mágica”, pero si hay una manera, y la encontramos en el Salmo 40:1 y dice:  Lo primero que debemos conocer aquí es que ese PACIENTEMENTE nos da una luz de cómo ESPERAR, y esta palabra es un hebraísmo que significa “espere, esperando” es decir, la cualidad de resistir con firmeza, con la confiada expectativa de un fin deseado, a pesar de las dificultades, del desánimo y de las circunstancias desalentadoras y, a menudo, del sufrimiento (Diccionario bíblico cristiano online), permanecer firme con los ojos y el corazón puestos en Jesús y en su propósito en nosotros.

Esperar pacientemente es la actitud que Dios demanda de nosotros, y produce grandes bendiciones en nuestras vidas, porque cuando esperamos en Dios, el nos responde como dice el  versículo 1: Se inclino a mí, y oyó mi clamor.

 

Los que esperan en Dios son afirmados: versículo 2: y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Aparentemente David al escribir este salmo, estaba pasando un momento de tribulación, eso lo podemos notar al leer la comparación que hace con un pozo cenagoso, que representan las situaciones que te hunden, hacen tambalear la fe, pero aquí vemos como Dios toma tu situación y la asegura, devolviéndote la confianza y la paz.

Los que esperan en Dios son restaurados: Donde no hay esperanza, donde había lamentos, quejas, conformismo, conmiseración, Dios pondrá un cántico nuevo (ver. 3), una alabanza renovada, y no solamente otros te oirán, sino que verán y temerán y a través de tu testimonio, confiarán en Jehová.

Dios tiene tres respuestas para sus hijos: Si, No y espera, la actitud que pongas ante esta última puede acelerar o retrasar tu proceso, sino pregúntale al pueblo de Israel que por su actitud le tomó cuarenta añitos llegar a la tierra prometida.

Solo aquellos que en medio de su espera han puesto la confianza en Dios recibirán los recursos del cielo para llegar victoriosos al final de la espera.

Hay bendición cuando esperas en Dios, porque aunque la respuesta sea NO, su voluntad seguirá siendo buena, agradable y perfecta para ti, aunque no lo entiendas en ese momento.

“Más los que esperan á Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.” Isaías 40:31