Estoy segura que más de uno de los que me escuchan han tenido una gotera en casa? Sea por lluvia o por goteo de alguna tubería dañada. Ese sutil sonido se vuelve constante y con su ritmo continuo hay veces que puede convertirse en irritante y molestoso.

Hoy les compartiré una comparación muy particular que hace el libro de proverbios en tres de sus capítulos, el cual hace una comparación un tanto fuera de lo común de la gotera con la mujer rencillosa. Así como lo oye: Gotera constante en un día lluvioso es la mujer que siempre pelea, quien la domine podrá dominar el viento y retener aceite en la mano. Proverbios 27:15-16.

 

Qué gotera habría afectado al rey Salomón que lo llevó a en esta comparación digna de reflexionar? así que a las mujeres que me están escuchando, qué tal y nos revisamos?, y evaluamos cuántos nos parecemos a una mujer así que es insistente, procura conseguir algo a toda costa, crea un campo de batalla, no se le puede llevar la contraria, no conoce la palabra paciencia, se irrita y se desespera enseguida, entre otras características que no son nada alentadora, hasta el punto de declarar en otra cita:

Mejor es vivir en un rincón del tejado que en una casa espaciosa con mujer rencillosa.

Si identificas estas características en ti, es tiempo de reflexionar y tomar medidas consiente del daño que posiblemente has provocado a otros. Pide perdón de ser necesario; ponte metas pequeñas y realistas para alcanzar control de tu ira, de tus reacciones;

Entrégale a Dios eso que tiende a provocarte y no te canses hasta lograr el cambio, quizás muy pronto estés celebrando que ya la gotera cesó!